“La Unión Europea dará WiFi gratis en todas las ciudades europeas”. Con este anuncio, el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, quiere llevar a cabo un proyecto donde haya WiFi gratuito de 100Mb en todos los hogares de la UE.

Pasamos el día entero conectados a Internet, y encontrar una WiFi pública decente es como buscar una aguja en un pajar. El consumo de megas hace que seamos cada vez más descuidados en el momento de engancharnos a una WiFi gratis, y Whatsapp, Facebook, Instagram y Twitter son aplicaciones que usamos a lo largo del día y desde cualquier lugar.

Apartándonos del actual debate sobre si las redes WiFi son nocivas o no para nuestra salud, deberíamos preguntarnos ¿qué garantías de seguridad nos ofrece una WiFi pública?

¿Qué garantías de seguridad nos ofrece una WiFi pública?

Hace unos años vimos cómo, en un programa de televisión, el autor de «Un informático en el lado del mal», era capaz de obtener información sensible de gente conectada a una WiFi abierta de un aeropuerto -uno de los típicos lugares en donde no dudamos en conectarnos a la red WiFi gratuita que ofrecen- simplemente interceptando los paquetes que se enviaban a través de ella.

En una red pública cualquiera puede estar conectado, y ese cualquiera no sabemos las intenciones que puede tener.

La mayoría de las redes sociales usa páginas seguras -aquellas en las que en la parte superior izquierda aparece el icono del candado- que cifran el envío de información y evitan que se acceda a la información, aunque se haya capturado. Pero hay webs no seguras donde se puede acceder a la información que rellenas o escribes en ellas, y en estas, nuestra información sensible puede ser vulnerada. Solo cuando la página web sea segura –de verdad- podremos estar tranquilos.

El hecho de navegar en una red WiFi confiable no asegura que se eviten todas las amenazas, ya que realmente, la forma de protegerse ante ataques de captura de tráfico y redirecciones a páginas web fraudulentas sería navegando a través de una VPN (Virtual Private Network) que obliga a cifrar todo el tráfico que sale desde nuestro dispositivo hacia cualquier tipo de página. Lo que conseguimos con las redes WiFi protegidas con contraseña es limitar –en principio- la navegación de aquellos que conozcan la contraseña.

Todo consiste al fin y al cabo en evaluar si el riesgo al que nos enfrentamos navegando en una WiFi gratuita nos merece la pena, aunque sin lugar a dudas haya sitio en los que bajo ningún concepto deberíamos usar en esta situación.

El anuncio de Juncker tiene como objetivo la “tasa Google” y la “ley Youtube”, pero nosotros, lo que tenemos que ver es cómo nos afectará en nuestra forma de acceder a Internet y la posibilidad de que revisen toda la información a la que nosotros accederemos a través de esas WiFi gratis de la UE.

Por cierto, y como curiosidad, Juncker ya impulsó en su día la eliminación del roaming en la UE, de manera que no tenemos gastos adicionales cuando viajamos a otro país de Europa. Esto es cierto hasta un punto. El roaming se «elimina» durante 90 días en total, y siempre que no haya más de 30 días seguidos…